jueves, 25 de junio de 2015

                                                PRESENTACIÓN


DE LOS ALTAGRACINOS PARA INFORMARTE, SIEMPRE ATENTO AL FOMENTO DE LA CULTURA, ES MOTIVO DE ORGULLO PUBLICAR EN ESTA OPORTUNIDAD ESTE BLOG.
CON LA FINALIDAD DE BRINDAR AL PÚBLICO DE TODAS LAS EDADES, ESTE BLOG DE  CONSULTA, COMO UNA CONTRIBUCIÓN AL MEJOR CONOCIMIENTO .
EN ESTE BLOG ENCONTRAREMOS DIFERENTE INFORMACIÓN SOBRE LA COMUNICACIÓN Y LITERATURA.

CON ESTE SIGUIENTE BLOG NO HACE, SINO SEGUIR EL CAMINO QUE A TRAVÉS DE SU EXISTENCIA : 
VA A SERVIR
AL  ESTUDIANTADO Y PÚBLICO EN GENERAL.



INTEGRANTES:

Quispe Huaracallo, Lisé

Cucho Vilchez, Danery

Lope Argandoña, Shakira

Cornejo Luque, Patricia

Arizaca Ccoa, Jesús Miguel

Ccalla Huaynacho, Edwin M.
                                                 "LA GENERACIÓN PULPÍN"
la huelga del año 2014 "los pulpines".

La generación " PULPÍN" es una generación que viene a ser una tercera generación de producción en este punto coincido con Álvaro Vargas Llosa, según Álvaro Vargas Llosa, esta generación cosecha lo sembrado por los abuelos y los padres. Esta es una generación que esta viviendo del trabajo realizado por dos anteriores generaciones, la generación de los abuelos, quienes en los 50 y 60, supieron hacer  de las crisis oportunidades para el crecimiento, esta generación actual, llamada también la generación del empredurismo, sigue viviendo del sudor y esfuerzo de la generación emperdenismo.

Esta generación es la cree que tiene todo el derecho del mundo es todo y cree que no tiene ningún deber mas que consigo mismo.                                                                                                                                                                                        Los extraordinarios



La conversacion entre el zorro y el puma
 EL ZORRO Y EL PUMA (aranway)

Siempre debería rebosar la fiambrera del puma; pero mata sólo por matar, sin saber conservar nada; teniéndose a menudo que contentar con cualquier cosa para no morirse de hambre.

El zorro, que también aunque no sea por tonto, conoce las duras leyes de la necesidad, un día, vio que el puma se encontraba sin nada que comer; él tenía dos perdices, y haciéndose el generoso, con todo desprendimiento le ofreció una.
Pero, el día siguiente, como su amigo había carneado varias ovejas, le pidió que le cediera por favor un cuartito para almorzar.
 

-¿Qué va a hacer con un cuarto, amigo? -contestó el puma-; tome, no más; sírvase, coma y llévese lo que quiera para su casa.
El zorro bien sabía que así sería y no se hizo rogar; se llenó hasta más no poder, y en pago de su perdiz tuvo de comer por ocho días.
Es preciso saber dar en este mundo. Pero también es preciso saber prometer; y cuando se le presentó la ocasión, no la desperdició.
Los ovejeros empezaban a cuidar mucho sus corrales y la vida se hacía difícil. El zorro andaba flaco como pulga de pobre, y en ayunas, encontró a su amigo el puma con una perdiz que por suerte acababa éste de cazar.
-¿Y va a comer usted esta porquería? -le dijo el zorro al puma-; cuando allí, cerquita, tiene una majada rodeada y sin perros.
-¿Dónde? -dijo el puma.
Véngase conmigo: lo llevo.
-Bueno; entonces tiro la perdiz; es flaca, de todos modos.
-No la tire; démela: la voy a comer; a mí me gustan más las aves.
Y el zorro se comió la perdiz con pico, patas y pluma, y le dijo al otro: "Venga, no más".
Agarró por entre las pajas, dio vueltas y vueltas, hasta que en un descuido del puma, lo dejó buscar sólo las ovejas del cuento.
                                                                                                                           
                                                                                 LOS EXTRAORDINARIOS 
EL WAK´A WALLALLU  QARWINCHU
Uno de sus dos hijos fue devorado por 
WAK´A WALLALLU  QARWINCHU


Comienza aludiendo a una edad muy remota en que la humanidad vivía sometida al dominio del wak´a wallallu qarwinchu. Este había dispuesto que las mujeres no tuviesen sino dos hijos. El uno era devorado por él y el otro podía ser criado por sus padres. Eran tiempos en que los hombres resucitaban a los cinco días de haber fallecido y las sementeras daban fruto a los cinco días de haberse hecho na siembras. Los habitantes del valle se habían multiplicado en exceso y vivían en mucha pobreza y sembraban hasta en las peñas y en las cuestas. Había pájaros muy hermosos, loros y pericos  con plumaje todo amarillo y todo rojo. Tiempos después apareció  un wak´a llamado pariaqaqa, quien  arrojo a todos los habitantes del país hacia los Andes.

                              KUNIRAYA Y KAWILLAKA

Tenemos los amores de los dioses KUNIRAYA Y KAWILLAKA. Kuniraya era una divinidad mas antigua que Pariaqaqa. Su nombre iba muchas veces asociado al de Wiracocha. A veces la invocaba; "Kuniraya wiracocha, Runakámaj, Qámpac Runayki". Antes de él no había nada en el mundo. El creó los árboles, los ríos, animales y los campos para el sustento de los hombres.

Kuniraya caminaba muy mal vestido y los que no lo conocían le miraban como un mendigo piojera. Sin embargo, presto grandes servicios a la humanidad. Un día conoció a Kawillaka, wak´a deslumbrante de hermosura, y se enamoró de ella. La diosa vivía con absoluto recato y nunca escuchó los requerimientos de sus numerosos pretendientes. Pero Kuniraya era muy sabio y, al no poder lograr sus pretensiones, se convirtió en pájaro, yendo a posarse al ramaje de un árbol de Lúcuma, debajo del cual se encontraba la diosa; tomo un fruto maduro y, depositando dentro de él su semen, lo dejó caer junto a la doncella. Esta sin darse cuenta lo alzó del suelo y lo encontró muy sabroso.
 
Aunque no la había tocado varón alguno, kawillaka se sintió embarazada y a su debido tiempo dio a luz a un niño. Cuando este cumplió  su primer año edad, la madre decidió conocer al padre y con tal objeto convoco a todos los wak´as del lugar. Ellos se presentaron ostentando los mejores trajes y  Kawillaka fue preguntándoles. Ninguno se consideraba padre de su hijo. Hacia el final descubrió ella a kuniraya; pero al verlo tan harapiento no creyó haber podido concebir para semejante infeliz y no le dirigió la palabra. A fin de no verse defraudada la diosa quiso recurrir a otros medios antes de que se dispersaran los wak´as. le dijo al niño: "Anda tu mismo y reconoce a tu padre", y a los otros: "Aquel a cuyas rodillas suba el niño, ese sera reconocido como su padre". El niño fue caminando a gatas entre los dioses sentados y acabó por trepar a las rodillas de Kuniraya. La wak´a se levantó airada y dijo: "¿Hubiese dado yo a luz un hijo de semejante padre?" alzo al niño en brazos y huyó. Kuniraya mostróse al punto, vestido con un traje de oro y, haciendo que el mundo se cubriera de resplandores, corrió atrás de la diosa. Pero ella huía veloz, sin volver la cara, hacia el mar. Incapaz de resignarse a perderla, el wak´a fue siguiendo su rastro y preguntando por ella a los animales que encontraba al paso. Todo fue inútil. La diosa se arrojó al mar y ella y su hijo se convirtieron en rocas.




RELATO DE PACHAKÁMAC


PACHAKÁMAC no tiene si no un poder el de sacudir a la tierra.Su nombre no es propiamente pachakámac sino Pachacuyúchic. El atributo fue empleado por los antiguos quechuas para designar el santuario de Pachacuyúchic, a orillas del mar, cerca del Río Rímac.
Un gran levantamiento de pueblos puso en peligro el trono de Túpac Yupanqui. Derrotado el ejército imperial, el inca llamó en su auxilio a todos los wak´as. Entre ellos se encontraban Pachacuyúchic, Pariaqaqa, no pudiendo acudir en persona, envió a su hijo Maqawisa. El monarca habló de la manera como les honraba y pidió su ayuda contra el adversario del cuzco. Los wak´as guardaron silencio. Cuando Túpac Yupanqui les volvió hablar reclamando su respuesta, Pachacuyúchic hablo el primero: "Inca, carne del sol, yo callo por que mi poder sacude a todos, inclusive a tí y al mundo entero. Si entrara yo en acción, no sólo perecerían los enemigos; tú y el propio universo hallarían el mismo fin. Por esto es que guardo silencio". Luego, en medio del silencio de los wak´as, habló Maqawisa: "Inca, sangre del sol, yo marcharé contra tus enemigos, tu quédate tranquilo en tu tienda. Yo los derrotaré en poco tiempo". Al hablar Maqawisa exhalaba un aliento semejante al humo tenue vencidos. En agradecimiento, el Inca le ofreció muchos manjares; el wak´a sólo le aceptó corales. También le fueron ofrecidas unas princesas; pero tampoco quiso él aceptarlas.